Sunday, June 10, 2007

El confuso destino de Cuba

Diario Las Americas
Publicado el 06-09-2007

El confuso destino de Cuba

Por el Rev. Martin N. Añorga

Después de 49 años de tiranía comunista para muchos parecería iluso que
nos dediquemos a escudriñar el futuro de Cuba. Los que hoy ostentan en
la Isla el poder omnímodo afirman que en Cuba jamás habrá cambio de
sistema y que el comunismo llegó para quedarse. Para estos, el futuro es
una puerta cerrada. Veredicto al que lamentablemente muchos se han
resignado. Pero para nosotros, los que todavía tenemos el amor por la
patria vivo, y sin claudicaciones, el futuro sigue siendo una puerta
abierta por la que entraremos con la frente en alto, el corazón
enardecido y las manos dispuestas a la obra.

Los neo marxistas del hemisferio sudamericano de nuestros días, han
adoptado a Cuba como su ejemplo a seguir, y en cada uno de los casos la
característica común es la de la permanencia indefinida de los
gobernantes en sus dorados tronos. Castro, casi al encontrarse con la
muerte, lleva el récord de haber permanecido como dictador inapelable ya
casi por 5 décadas. Chávez, discípulo fiel, ha anunciado prácticamente
que aspira a ser el presidente vitalicio de Venezuela. En Bolivia, Evo;
en Ecuador, Correa y Ortega en Nicaragua están echando los cimientos de
agresivas reformas constitucionales para permanecer en el poder por
tiempo indefinido. Para estos gobernantes el asalto al poder no es
simplemente el presente, sino el secuestro del futuro.

Sistema permanente y gobernantes sin términos son dos realidades que
nublan la visión del futuro en aquellos a quienes el rigor de las
cadenas les ha robado las esperanzas. Para los exiliados el tiempo ha
sido arrasador: se ha llevado vidas y ha decapitado sueños.

Últimamente, debido al deterioro evidente del octogenario tirano de
Cuba, han surgido determinadas ideas que se asocian al probable destino
de la Isla. Lamentablemente hay muchos que se han sometido al
continuismo, al tiempo en que los que se le oponen lo aceptan como un
hecho irremediable. Creo, sin embargo, que los que nos hemos casado con
la libertad, tenemos que desechar, por sumiso y derrotista, ese
pensamiento. Entendemos que en ocasiones los procesos de la historia son
lentos e intrigantes; pero nunca permanentes. La opción del cambio no
puede jamás perderse de vista cuando pensamos en Cuba.

Existe también la idea de la sucesión. El continuismo es el castrismo
sin Castro; pero la sucesión, en los actuales parámetros de Cuba, sin el
trámite de la confrontación, no sería otra cosa que el mismo régimen con
otro rostro, quizás sujeto a superficiales arreglos cosméticos. La
sucesión es cambiar de asiento sin cambiarle la ruta al autobús. De
hecho es lo que se está planeando en Cuba. No han cambiado ni la nave ni
la tripulación, no han reorientado la brújula ni han reconsiderado la
ruta; pero quieren hacernos creer que cambiarían de piloto. Sucesión es
sinónimo de continuismo. Nadie en su justo sentido puede creer que
detrás de los hermanos Castro pueda venir alguien, dominado por la misma
ideología vigente en la Isla, a ensayar cambios .Esa peregrina idea la
repudiamos, pues la permanencia del comunismo en Cuba, en cualquiera
forma que adopte, es una afrenta a nuestro decoro y una humillación a
nuestros empeños legítimos de reconquista y libertad.

En cuanto a la transición, otra perspectiva para el futuro de Cuba, el
tema es delicado por las disímiles connotaciones que encierra. Hay
numerosas personas que creen que la transición ha comenzado en Cuba,
noción de la que yo disiento. ¿Transición auspiciada y operada por los
mismos que se horrorizan ante la idea del cambio? Los que consideran una
transición el hecho de que Cuba se oriente hacia la esfera de influencia
de China o hacia el sistema monolítico de Corea del Norte, no se dan
cuenta de que cambiar de amo no hace libre al esclavo.

La transición tiene que ser producto de un cambio de estructura en la
esfera del poder. Nunca podrá ser llevada a cabo por los que desde el
poder la evaden a toda costa. Hay quienes confían en que la polifacética
disidencia en la Isla está lista para echarse sobre los hombros la tarea
de la transformación; pero perdemos de vista que por "las buenas" no se
tritura la autoridad omnímoda de los que desgobiernan. Para llegar a la
transición es necesario pasar por la confrontación.

Están los que creen que entre los que hoy día tienen acceso al poder en
Cuba hay individuos que sustentan reservas y anidan contrariedades, por
lo que eventualmente crearían las condiciones para que el poder se
convierta en fuente de cambios, quizás paulatinos; pero eventualmente
firmes y sustanciales. Yo quisiera disponer de una ración de ese
optimismo; pero la fuerza del pasado me ha hecho entrar en el
pragmatismo del presente. No creo que en Cuba estén dadas las
circunstancias para que se produzca lo mismo que sucedió en el bloque
soviético.

Para el destino de mi Patria no quiero un continuismo avasallador ni una
sucesión humillante. Tampoco quiero una transición tramitada, ni me
adhiero a la resignación y al conformismo de creer que todo está
perdido. Para Cuba queda la bendita opción del cambio total y radical, y
con esta opción tenemos que comprometernos, con la espada desenvainada,
al ineludible deber de la confrontación heroica y cohesiva.

A lo largo de las últimas semanas se han desatado en el Congreso
tendencias de pacifismo en relación con Cuba, proyecto que no ha
avanzado por la posición firme sustentada por el presidente Bush; pero
no hay que perder de vista que se avizoran cambios en la Casa Blanca.
Los que se amarran a la tesis de la transición y ceden espacios ahora
para extenderlos mañana lo que están haciendo es perpetuar el régimen
que agobia al pueblo cubano.

La verdadera transición no se compra ni se negocia, ni se espera. Los
que quieren y sueñan una Cuba Libre deben saber que el cambio está en
aquellos que estén dispuestos a emprender el sacrificio para producirlo.

Ni continuismo, sucesión o transición manipulada. Para Cuba, la libertad
total y definitiva: ¡esa es la meta, y sin alternativas!

http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=30384

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