2007-06-13.
Silvio Benítez Márquez, Coordinador de las provincias occidentales del
Partido Liberal Nacional Cubano
Menesteroso, augúrico y desconsolador es el sentir de casi la mayoría de
los demócratas cubanos, expectante al montaje de un diálogo sobre
derechos humanos entre el Gobierno socialista español y el régimen de
los hermanos castro; reunidos a oscuras con signos complacientes donde
la simulación forma parte de una nueva obra teatral que más bien busca
patentizar y afianzar los lazos económicos que ejerce en la isla la
Madre Patria.
A todo esto, con la mayor frivolidad y mezquindad oír y aceptar de un
sátrapa, fiel adulador del monarca, que en Cuba no existen presos
políticos, si no mercenarios asalariados orientados a sovacar y atentar
la revolución marxista–leninista.
Pero los que no pueden seguir esperando impunemente por un milagro de
ese diálogo, son los reos de conciencia que ya suman cuatro primaveras a
sus maltrechas espaldas, en su mayoría enfermos y reprimidos bajo el
rigor carcelario letal y abominable, por defender los valores
democráticos ultrajados y coartados por más de medio siglo.
No pocos han sido los estadistas que han intercedido e interpelado
esperanzados por un gesto de buena voluntad a través del diálogo, pero
su mediación se equivoca completamente al vérselas con un adversario
político arrogante, incapaz de respetar cualquier acto benévolo.
Creo que esperar un signo o señal del régimen nos engañaría. La historia
recoge que los dictadores totalitarios no pactan apuntalando en su
gatillo la traición como espada de Damocles, verborreando con sus garras
su populismo anacrónico otra más de sus interminables patrañas,
acariciando en su letargo estático a un cómplice más a su largo
historial de intolerancia y aberraciones.
Soy partidario que sólo queda observar el desenlace final y teniendo muy
bien presente que con regímenes fascista los diálogos no cuentan.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=10458
No comments:
Post a Comment